Comienza otra nueva etapa...
Dia tras dia de trabajo fue dando sus frutos, ya habiamos equipado nuestra casa con las cosas que necesitabamos, mi pareja habia logrado ascender en su cargo por lo que comenzamos a disfrutar muchas cosas que antes no eran prioridad.
Paseos de fin de semana comenzaron a ser rutinarios, visitamos muchos lugares preciosos, naturaleza viva que nos rodea pero que nunca tenemos tiempo para detenernos a observar, pues bien. Lo estabamos haciendo. Siempre nos ha llamado mas la atencion el sur, por sus verdes paisajes por sobre el norte seco y desertico, aunque no discuto que pueda tener su encanto.
Tanto disfrutar de la vida, que el cuerpo nos paso un poquito la cuenta a los dos, lentamente los kilos demas se fueron acumulando en nuestros cuerpos, pero no nos importaba, queriamos hacer tantas cosas que la salud a largo plazo era lo que menos nos interesaba.
Saliamos a recorrer las termas, ibamos a la playa, recorrimos la costa, fuimos a museos, restaurantes y lentamente comenzo a picar un bichito en nuestras mentes, ya satisfechas de tiempo libre, comidas y gustos solo para nosotros.
Fue una de las primeras veces que conversamos sobre tener hijos. Era un tema sensible, pues muy al interior sabiamos que algo no andaba muy bien porque nunca nos cuidamos en la intimidad desde que comenzamos a vivir juntos y aun asi no hubo ningun signo de estar esperando a la cigueña.
En una oportunidad, nos decidimos y fuimos al medico para comenzar a buscar alguna explicacion. Nos hicimos varios examenes sin un diagnostico muy claro. Pero como nos sentiamos jovenes aun, y lo que habiamos leido hasta ese entonces nos indicaba que aun teniamos mucho tiempo por delante, no le dimos continuidad a las consultas con el medico. Pues aun sentiamos que debiamos vivir un poco mas nuestro momento.
Pasaron los meses y nos ibamos de pesca al mar por las tardes, llevabamos cafe en un termo para ir a ver la puesta de sol, cocinabamos cosas ricas, compartiamos con nuestras familias y amigos. No nos faltaba que hacer con nuestro tiempo, siempre juntos.
Entre tanto, nos debimos cambiar de casa, porque la casa que arrendabamos se fue a remate por algunos problemillas financieros del dueño. Cosa que aun me molesta, pues no tuvo la gentileza de avisarnos que la casa habia sido rematada y tuvimos muy poco tiempo para desalojarla.
Para suerte nuestra, una colega de mi amor, estaba terminando de remodelar una propiedad para arrendar, llegamos a acuerdo un par de dias despues.
Recuerdo que nos mudamos con ayuda de mi suegro y su camioneta, aunque nos costo unos diez viajes llevar todos los cachivaches que habiamos acumulado en esos dos años.
Sentiamos que volviamos a empezar, los muebles no encajaban, teniamos nuevos espacios que llenar, asi que nacio un sentimiento de consumismo compulsivo por dejar nuestra nueva casa a gusto.
Cuando esa tarea estuvo resuelta, conversamos sobre dar un nuevo paso juntos en esta vida. Y comenzamos a hablar de Matrimonio.
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